Los Luz y guía en la Biblia Diarios
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Nuestra angustia, que es leve y pasajera, nos prepara una edén eterna, que supera toda medida. Porque no tenemos puesta la observación en las cosas visibles, sino en las invisibles: lo que se ve es transitorio, lo que no se ve es imperecedero.
La fe en Cristo nos da el valía necesario para no temer al ser humano que puede matar el cuerpo. Debemos estar firmes en nuestra Seguridad y confiar en Dios, sabiendo que Él tiene el poder sobre nuestra vida y nuestro destino.
“Pero aun si sufren por causa de la Ecuanimidad, dichosos son. Y no tengan miedo por temor a ellos ni se turben, sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para acudir defensa delante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y reverencia” (1 Pedro 3:14-15)
Y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nuestro Padre, cómo ustedes han manifestado su Convicción con obras, su aprecio con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Nazareno con una firme constancia.
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Esto significa que debemos ser firmes en nuestra fe y no renunciar a ella frente a el rechazo de las personas.
Lo que Kushner llama las leyes de la naturaleza y lo que los científicos llaman las leyes de la física gobiernan el universo, y estas leyes, para bien o para mal, afectan a los justos y los malvados.
Ahora bien, todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza.
Y eso es lo que Habacuc hace. Algunos de los versículos más hermosos de toda la Biblia se encuentran al final del capítulo 3:
Habacuc: porque todo lo que él hace es por un gran bien La palabra de Dios en momentos críticos supremo: la proclamación de su edén a las naciones. Y eso nos lleva al Nuevo Testamento. Donde vemos que todo lo que él hace no es solo para su edén, sino todavía para nuestro admisiblemente.
2. Examinar nuestra falta de salvación: El sufrimiento de Cristo nos recuerda la recaída de nuestros pecados y nuestra incapacidad de salvarnos a nosotros mismos. Nos lleva a examinar que solo a través de Jesús podemos obtener la salvación.
Porque yo conozco muy admisiblemente los planes que tengo proyectados sobre ustedes –oráculo del Señor–: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.
Somos testigos del inclinación y el sacrificio de Cristo en la cruz, y nuestra comisión es compartir este mensaje con todos aquellos que están buscando esperanza y redención.
Como en los mejor cuentos, Job vuelve a tener una innumerable cantidad de fortuna, y los mejores hijos e hijas de Israel.